El contenido en metales de algunos alimentos puede ser el origen de problemas inflamatorios derivados de un proceso de hipersensibilidad tipo IV o alergia a metales:
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Metales más frecuentes en la alimentación:
Metil-Mercurio: en el agua, las bacterias transforman el mercurio inorgánico procedente de la naturaleza y de la contaminación industrial en metil mercurio, de esta forma entra en la cadena alimentaria, encontrándose en mayor concentración en los peces depredadores de mayor tamaño, como el atún , el emperador, etc.
Dioxido de titanio: es un aditivo alimentario (E-171) utilizado como colorante natural blanco, empleado en chicles, caramelos, chocolates, helados, yogures, palitos de cangrejo, quesos, etc. También es utilizado en la elaboración de dentífricos, y como escipiente en la elaboración de medicamentos
Niquel: Existen alimentos que contienen niquel en su composición natural: cacao, legumbres, tomate, cereales como la avena, frutos secos como las nueces. Pero en caso de alergia al niquel también es importante no cocinar con sartenes de aluminio recubiertas con teflón.